III Parte de la historia
Después de Ubatuba, el próximo punto para sufear ya se ubica en el estado de Rio de Janeiro. Esto es en la isla de ensueño de Ilha Grande. Durante los feriados o vacaciones se transforme en un mega carrete, pero de onda más tranquila y alternativa. En esta isla los autos no existen y todo se conecta por caminitos que van cruzando la selva que dan para conocer la isla. Pero si de surf se trata, Lopes Mendes es la playa más cercana al pueblo principal, Abraão. Tiene unos 4 km. de extensión, con cachos en todas partes, y que al ser tan abierta la benefician casi todo tipo de marejadas, sólo que hay que tener ojo con el viento que puede echar a perder todo. Del otro lado sur de la isla esta Aventureiros, que es una de las pocas playas de la región con un canal que te lleva adentro y con bastante constancia de olas.
Subiendo por la costa, más o menos a una hora está un pueblito tranquilo medio hippie llamado Trindade. Los locales dicen que es de las mejores olas de la zona. No es demasiado constante, pero cuando sale son olas de gran fuerza, que corren muy bien (de lo más cercano que tienen aquí a una punta) y eventuales tubos.
Subiendo por la costa, más o menos a una hora está un pueblito tranquilo medio hippie llamado Trindade. Los locales dicen que es de las mejores olas de la zona. No es demasiado constante, pero cuando sale son olas de gran fuerza, que corren muy bien (de lo más cercano que tienen aquí a una punta) y eventuales tubos.
De ahí, la historia se pasa a la capital del estado, Rio de Janeiro. Aquí lo más clásico para mezclar estilos tipo surf+ gente+ ciudad+ vendedores ambulantes es Ipanema. Pero yendo más hacia el sur de la ciudad, las playas dejan de ser tan repletas de gente y el surf mejora su calidad. De ahí va siendo Sao Conrado, Recreio y finalmente Prainha, siendo esta última una playa casi exclusiva para surfistas, que son los único que van hasta allá.
Saliendo de la vorágine de Rio, a unas dos horas está Saquarema, donde también se puede encontrar un buen nivel de surf, para seguir y acabar la ruta en Buzios. Este lugar es ultra famoso para turistas y se dice que no tiene olas, pero en realidad sí tiene en la playa de Geribá, que es bien larga y varios spots para elegir dónde surfear. Funciona especialmente bien con un swell del sur, y una o dos veces por año puede llegar hasta los 3 o 4 metros.
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